“Estos acontecimientos, (…), causaron desplazamientos y movimientos de enormes masas de población, (…)”
Vasili Grossman
De nuevo escribo sobre plazas y manifestaciones en el tiempo de las redes sociales. Las protestas en Ucrania y Tailandia de los últimos días merecen un breve comentario.
La UE presenta un dilema irónico: algunos de sus miembros son anti europeos, sobre todo mientras más al oeste se ubiquen, mientras que varios países de su periferia –siempre el este– quieren entrar al club. No importa lo tambaleante de la zona euro: algunos países quieren estar en Occidente, lo perciben rico, moderno.
Por estos días vemos un nuevo intento de Ucrania. Como se sabe la asfixiante influencia rusa empuja a este país hacia el oeste, de hecho una de las primeras de las así denominadas revoluciones de colores[1] tuvo lugar aquí en 2004 (justo antes de la era de las redes sociales) precisamente contra esa influencia que no cambió un ápice luego del fin de la guerra fría.
De pantano a símbolo soviético a hito de la independencia del país, la Plaza de la Independencia de Kiev fue escenario entonces y ahora. Los ucranianos (en algún lugar leí ucranios) pro europeos han manifestado durante la última semana luego del rechazo de su presidente Victor Yanukóvich a la firma de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea en la reunión de Vilna[2][3].
En Venezuela las fotos de esas manifestaciones se han esparcido por twitter en un llamado a los opositores a derrocar al gobierno chavista –tal vez ignorando las elecciones del domingo 8 de diciembre–, con la inexacta explicación (justificada en parte por nuestro contexto) de que allá rechazan en las calles una vuelta al comunismo.
No se considera que si bien la consecuencia de la Revolución Naranja de 2004 fue la repetición de las elecciones fraudulentas, la implosión del tándem Yushchenko-Tymoshenko tomó menos de un año y el denostado Yanukóvich volvió al poder desde entonces. La calle llena de gente no es el inicio de una democracia, muchas veces es su fin.
En Tailandia la ley de amnistía decretada por el parlamento (dominado por su partido) para favorecer al ex primer ministro Thaksin Shinawatra (un empresario depuesto por los militares en 2006 y cuyo hermano es el primer ministro actual) ha generado de nuevo protestas en ese país. Uno de los centros de las manifestaciones no es exactamente una plaza sino una redoma, la que alberga al Monumento de la Democracia en el centro de Bangkok. Este monumento conmemora un golpe de estado y fue visto por el dictador militar de turno como un símbolo de una ciudad occidentalizada.
Lo que llama mi atención de estas protestas es que los manifestantes cortan la electricidad y el agua de los edificios gubernamentales y los ocupan. Manifestantes civiles, armados precariamente asaltan las oficinas del gobierno cual asedio medieval.
Es marcado el contraste de esta forma de manifestar con por ejemplo la Ley Fernández[4] que se discute en España y que criminaliza la protesta callejera en el país de origen de los indignados o con los decretos de zonas de seguridad que convirtieron en Venezuela a todas las oficinas públicas (especialmente las militares) en zonas de exclusión ciudadana. Tal vez los tailandeses tomaron nota de esos airados manifestantes que en abril de 2002 cortaron la electricidad de la embajada cubana en Caracas. El video debe estar en YouTube.
Imágenes: http://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/25/actualidad/1385372283_922984.html y http://en.wikipedia.org/wiki/File:Protesters_at_Democracy_Monument,_November_2013.jpg respectivamente.
[1] Hay información adicional en este enlace: http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluciones_de_colores
[2] Hay información adicional en este enlace: http://en.wikipedia.org/wiki/EuroMaidan.
[3] Así lo reseña El País de España: http://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/25/actualidad/1385372283_922984.html,
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/01/actualidad/1385902447_107355.html.
[4] Hay información relacionada en este enlace: http://politica.elpais.com/politica/2013/11/30/actualidad/1385838878_128194.html.
Debe estar conectado para enviar un comentario.